1 agosto, 2019
Teka analiza las diferencias y similitudes entre las placas de inducción y las vitrocerámicas, para informar de cuál de ellas conviene más a cada tipo de cliente.
01.08.2019 Por ejemplo, las placas de inducción generan calor cuando entran en contacto con un recipiente ya que funciona mediante la creación de un campo electromagnético. Por eso, este tipo de placas ofrecen una mayor seguridad ya que la superficie en sí no genera calor y es mucho más rápida. Estas placas, según Teka, son perfectas para las cocinas modernas y familiares, ya que tienen mucha facilidad a la hora de limpiar y su consumo es bastante bajo.
Las vitrocerámicas, por su parte, funcionan calentando unas resistencias bajo el cristal que a su vez, a diferencia de las placas de inducción, calientan la superficie. Se parecen bastante al gas pero estas últimas funcionan con energía eléctrica por lo que contaminan mucho menos. No obstante, las vitrocerámicas son mucho más seguras y más fáciles de limpiar que las cocinas tradicionales de gas. Una de las características más importante de las vitrocerámicas es que cualquier recipiente es apto para este tipo de placas, por lo que representa una gran ventaja.
Diferencias entre las placas de inducción y las vitrocerámicas
El uso de recipientes, la facilidad de limpieza o la rapidez en obtener una temperatura óptima de cocinado son las principales diferencias entre las vitrocerámicas y las placas de inducción. Para saber cuál es la perfecta dependiendo del cliente, hay que concentrase sobre todo en sus necesidades, como el espacio de la cocina y el tiempo que uno le dedica a la cocina teniendo en cuenta la vida cotidiana.
Por ejemplo, para una familia con hijos, trabajadores que tienen muy poco tiempo o personas que no necesitan emplear técnicas muy exigentes en la cocina, las placas de inducción son perfectas. Además, el hecho de que la superficie sólo se caliente al entrar en contacto con el recipiente da mucha seguridad, sobre todo a familias con niños pequeños y personas que tienen mascotas.
Por otro lado, las vitrocerámicas son muy versátiles, algo ideal para los amantes de la cocina tradicional que utilizan determinadas técnicas culinarias. Tienen como gran ventaja que sus cuidados también son muy básicos.
Similitudes entre las placas de inducción y las vitrocerámicas
Estos dos tipos de equipamiento son mucho más fáciles de mantener que las cocinas de gas, sobre todo en los hogares donde son los equipamientos más utilizados. Ambos sistemas son más seguros y no necesitan una instalación de gas natural o depender del butano para su funcionamiento. No obstante, las cocinas de gas son más utilizadas en la hostelería y por expertos culinarios. Tanto las placas de inducción como las vitrocerámicas tienen un mayor control de la potencia del calor, especialmente las placas de inducción donde el sistema de graduación es mucho más preciso y sencillo de utilizar. Además, las placas están evolucionando mucho más en el sentido de equiparse con soluciones antiincendio y programas de seguridad.
¿Qué materiales funcionan en las placas de inducción?
Teka ofrece una guía práctica que ayudará a los clientes a identificar cuáles son los mejores materiales y cuáles no se deben escoger a la hora de comprar una batería de cocina.
Sí: En primer lugar, el hierro es el material que mejor reacciona a la inducción así como el acero inoxidable por su alta proporción de hierro. El aluminio forjado en aleación con otros metales también es otra opción perfecta. Del mismo modo, el titanio es un ferromagnético que funciona en las placas de inducción, ya que las sartenes incorporan un difusor. Finalmente, el thermolon es un novedoso y saludable material que necesita una base difusora para inducción. Con cualquiera de estos materiales, la placa de inducción, funcionará perfectamente.
No: El aluminio puro, por ejemplo, es paramagnético, con lo cual su capacidad para crear calor es mínima y por ello los alimentos no terminan de cocinarse. Además, los utensilios de cocina realizados con barro no reaccionan a la inducción ya que no son elementos metálicos. Del mismo modo, el acero fino normal tampoco es detectado por las placas de inducción, con lo cual tampoco es compatible. Finalmente, el cristal vitrocerámico, a pesar de sus propiedades para la cocina, no reacciona a la inducción. Y las sartenes de oro, a pesar de su precio, no funcionan en una placa de inducción.
En general, a la hora de elegir una placa, es imprescindible elegirla con un número de fogones adecuados al número de personas que viven en la casa y al tiempo que pueden dedicarle a la cocina. Por ejemplo, cuatro fogones para una sola persona no es necesario y la persona puede tanto ahorrar en la limpieza como en el gasto inicial.
*Para más información: www.teka.com