1 marzo, 2021
Los acabados Laminam resultan especialmente adecuados para el contacto con alimentos, ya que son intrínsecamente antibacterianos, antiabsorbentes y resistentes a las manchas. También soportan el calor, los arañazos y abrasiones profundas, los productos químicos, y los rayos UV. Además, resultan fáciles de limpiar.
Gracias al extraordinario tratamiento de Laminam con titanio bioactivo se elimina hasta un 99,9% de bacterias, hongos, moho, e incluso la degradación de contaminantes en el aire (con liberación de oxígeno). Todo lo cual redunda en una mayor facilidad de limpieza.
Ecocompatibles y reciclables, las superficies cerámicas Laminam, gracias a su compactabilidad y ausencia de absorción superficial, impiden el desarrollo de microbios, bacterias y moho. Como explica Matteo Canalini, Director de Ventas para España, Portugal y Latinoamérica, Nuestras superficies son fruto de un proceso de sinterización que somete las materias primas a temperaturas superiores a los 1.200 ºC. Los acabados estándar que salen de nuestros centros de producción ya nacen, por lo tanto, bacteriostáticos. Tests realizados en laboratorios externos acreditados han demostrado una reducción de los microbios, bacterias y moho de hasta el 93 % en nuestras superficies, sin intervenciones añadidas.
Y por si esto fuera poco, Laminam cuenta además con una serie de tratamientos bioactivos añadidos, aplicables en gran parte de su catálogo, que, como apuntan sus responsables, son totalmente seguros tanto para los seres humanos como para los animales domésticos.
Titanio bioactivo
Estos tratamientos han sido realizados en colaboración con institutos de investigación internacionales y empresas tecnológicas líderes. En este sentido, los tratamientos bioactivos de Laminam – gracias a un proceso de fotocatálisis natural desencadenada por los rayos UV de la luz solar – permiten reducir hasta un 99,9 % la presencia de bacterias, hongos y moho en su superficie. Igualmente, favorecen el deterioro de las sustancias contaminantes presentes en el aire, acompañado de la liberación de oxígeno. Por último, facilitan la limpieza mediante un proceso de separación natural de los compuestos orgánicos que se depositan sobre estas.
La tecnología que aporta bioactividad a los acabados – argumenta Canalini – se basa en la aplicación en caliente de bióxido de titanio. Esta sustancia se adhiere así perfectamente a las superficies, prolongando su acción y eficacia durante toda la vida de las superficies cerámicas Laminam.
Ello garantiza una desinfección continua, también en condiciones de escasa iluminación solar; y una constante acción de lucha contra la proliferación de bacterias y de sustancias contaminantes tanto dentro como fuera de una vivienda. Además, según el fabricante, 150 m2 de superficies Laminam depuran la misma cantidad de aire en un año que un bosque de unos 1.000 m2.
Igualmente, las grandes dimensiones en que se ofrecen las superficies Laminam reducen drásticamente la presencia del único punto crítico en el que podrían proliferar los microorganismos: las juntas. Así, se trata de un producto idóneo ara suelos y paredes, pero también para mesas, superficies de trabajo, y encimeras de cocina y baño.
*Para más información: www.laminam.com/es
01.03.2021