29 noviembre, 2018
Esta reforma de cocina, proyectada por Fernando Uriz de Croque Arquitectura en colaboración con Arclinea Barcelona, ha permitido ampliar y llenar de luz una cocina antigua.
29.11.2018 Situada en un edificio de corte novecentista del Eixample barcelonés, esta cocina se había convertido en un espacio anodino y pequeño, pese a que la familia hacía mucha vida en ella. El objetivo de la reforma, obra de Fernando Uriz de Croque Arquitectura en colaboración con Arclinea Barcelona, era dotar de importancia a esta estancia y llenarla de luz y vida, por eso se planteó unirla con la dependencia contigua, el comedor, del que le separaba una pared de carga.
Este no era un condicionante cualquiera, ya que al tratarse de una planta principal con cinco pisos por encima obligó a poner un pilar de soporte a la viga que sustituía a la pared de carga. En este sentido, había que conjugar la existencia de este pilar con la idea de conseguir transparencia entre la cocina y el resto de la vivienda.
Composición original
Para el primer requerimiento, se decidió organizar la cocina con una isla central alargada que se prolonga con la mesa del office, y en esta transición aparece el pilar. La integración de la cocina con el resto de la vivienda se consiguió eliminando la pared que la separa del pasillo y convirtiendo los armarios de la cocina en los nuevos elementos que la delimitan. La hilera de armarios, delimitados por cristal por encima y por debajo, parece estar flotando, un efecto apoyado por la iluminación LED. Además, una de las puertas de acceso se ha enmarcado con cristal, lo que permite la entrada de luz y la integración de la cocina en la cotidianeidad familiar.
Para potenciar la sensación de amplitud, el mobiliario de cocina se proyectó con la colección Gamma, de color Blanco Satin para la isla central y zona de armarios que la rodean. El blanco del mobiliario contrasta con el colorido de los suelos de mosaico hidráulico que son originales de la vivienda y que se han conservado.
Elementos de lujo
También se ha conservado la carpintería original de puertas y de ventanas de acceso a patio interior, lo que aporta naturalidad y carácter al proyecto. La zona de cocción cuenta con electrodomésticos Gaggenau y placa de inducción Neff. En la zona de aguas, el protagonista es un fregadero de mármol país, original de la vivienda que se ha conservado e integrado con el resto de mobiliario. Los electrodomésticos Miele, como lavavajillas, horno compacto y a vapor, están integrados en la zona de armarios junto al fregadero.
Junto a la mesa office se plantearon varios armarios verticales extraíbles así como el frigorífico y congelador de Gaggenau, todos ellos integrados con puertas Armour acabado Grigio, de Arclinea.
También en esta zona se ha dispuesto un pequeño espacio office que se descubre con puertas escamoteables y que sirve a la familia para preparar café, cortar el pan o preparar un desayuno rápido. El patio interior contiguo a esta pequeña zona office cuenta con un pequeño jardín vertical que aporta frescura y permite la entrada de luz a la cocina.
* Para más información: www.arclinea.com