31 julio, 2024
La contaminación cruzada en la cocina es una de las principales causas de toxiinfecciones alimentarias y el Instituto Silestone revela cuáles son las prácticas de higiene correctas para su prevención. La manipulación de los alimentos llevan, en muchas ocasiones, al contacto, directo o indirecto, de bacterias o virus patógenos entre comestibles normalmente crudos con otros ya cocinados y listos para consumir, que no se van a higienizar. Un ejemplo muy común es usar el plato utilizado en dar la vuelta a la tortilla, con restos de huevo crudo, para servirla.
Pautas de Silestone para evitar la contaminación cruzada
Esta afección alimentaria representa un riesgo significativo para la salud pública, pero es fácil anticiparse y evitar contraerla extremando la precaución a la hora de manipular la comida. Estos son las cinco recomendaciones del Instituto Silestone para prevenirla:
Separación de alimentos
Para evitar las contaminaciones cruzadas, el paso esencial es almacenar alimentos crudos y cocinados en diferentes compartimentos del frigorífico, prestando especial atención a los que todavía no han sido tratados, que deben ocupar los estantes inferiores para evitar goteos. Es recomendable que los recipientes sean herméticos para evitar el contacto entre alimentos y de uso único, es decir, el envase de un alimento no puede utilizarse para almacenar otro diferente.
Higiene personal
Lavarse las manos después de tocar alimentos crudos, o cualquier fuente de contaminación como la basura, y siempre que cambiemos de tipo de alimento, es una práctica primordial para evitar la contaminación cruzada en la cocina. Los guantes, si no se lavan o cambian, también pueden ser fuente de la toxiinfección.
Utensilios y superficies
Usar tablas de cortar diferentes para los diferentes alimentos crudos y cocinados, limpiar los utensilios y superficies de trabajo después de cada uso y utilizar preferiblemente papel desechable en lugar de trapos de cocina que pueden albergar microbios, son las pautas de higiene que recomienda llevar a cabo la plataforma de divulgación.
Tiradores de armarios, neveras, interruptores, teléfonos móviles, tabletas e incluso libros de cocina pueden tocarse con las manos contaminadas y recontaminar después otros alimentos.
Temperatura adecuada
Cuando se produce una contaminación en un alimento normalmente la cantidad de microbios es muy pequeña por lo que, contemplando la posibilidad de que se haya producido, hay que evitar su posible desarrollo manteniendo el producto a temperaturas de refrigeración (0-5ºC) y cerciorarse de un cocinado a temperaturas de seguridad (a partir de unos 65º-70ºC).
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*Para más información: https://silestoneinstitute.com/
31.07.2024