12 enero, 2015
Motus, de Scavolini, concibe la cocina como un espacio de relación abierto, lleno de creatividad y espontaneidad.
Según el diseñador, Hoy en día, la cocina, junto con la sala de estar, se utiliza cada vez más para la comunicación y las relaciones sociales. Ya no es simplemente un área funcional para la preparación de las comidas, sino un espacio de relaciones, informal y acogedor. Siguiendo este concepto, Motus integra dos polaridades: en un extremo encontramos emociones, relación íntima con las cosas, naturalidad. En el otro, lo inesperado: colores vivaces, acabados brillantes, intensas variaciones cromáticas. Es el principio en el que se funda el proyecto, que acompaña el gusto en pos de un estilo elegante y discreto que permite personalizar y valorizar el espacio privado. Así es Motus: integrable según las funciones, descomponible según el espacio, reconfigurable a lo largo del tiempo. Elementos independientes entre sí, capaces de desempeñar autónomamente la función para la cual han sido proyectados.
Fruto de un estudio exhaustivo de la evolución de la vivienda contemporánea y del enfoque proyectual del ambiente cocina, Motus es una propuesta modular, altamente personalizable y no convencional, en virtud de su amplia libertad creativa. Reconfigurable a lo largo del tiempo según el espacio y las exigencias funcionales, Motus se caracteriza por el adosado de elementos individuales que cumplen independientemente sus respectivas funciones.
Motus reformula el concepto de cocina mezclando dos maneras de entender el proyecto: por un lado, con el enfoque típico de los años cincuenta, con funciones bien diferenciadas, dispuestas según el espacio disponible, con elementos libres que pueden cambiar de posición, predominando la centralidad del área de cocción. Al lado, el fregadero de piedra. Una gran mesa con encimera de mármol en el centro de la habitación, destinada a la preparación de las comidas. Un mueble de almacenamiento y una vitrina donde guardar vajilla y exponer cristalería. Por otro lado, con el enfoque típico de los años sesenta -modelo predominante aún hoy-, que integra diferentes funciones y aumenta la rigidez del sistema.
Desde el punto de vista estilístico, el elemento más característico de Motus es la puerta sin tirador, que se distingue por el movimiento lineal creado por la empuñadura cavada en su espesor en la parte superior de los elementos bajos. En el caso de las columnas, la empuñadura está a la vista sólo en la puerta inferior, pero permite abrir también la superior. Dos tipos de lacado -brillo y mate- y revestimiento melamínico en varios colores de madera y lisos, ambos en una línea de colores de moda dedicados. La sofisticada gama cromática es otra dominante del proyecto.
Motus propone también una reinterpretación de la puerta de vidrio clásica, en la que sólo una banda está realizada con este material: horizontal en los elementos bajos y altos, y vertical en algunas columnas, con vidrio stop sol gris. La presencia de la banda vertical confiere a los armarios una gran elegancia, alivianándolos. A la particularidad de la puerta se añade un inédito cajón perfilado saliente, de 65 cm de profundidad, situado debajo de la encimera, que acentúa la fuerte personalidad de la cocina. Un recurso geométrico altamente escenográfico que da profundidad al proyecto y aumenta el espacio funcional. Lazo de unión entre el área de la preparación y el área de las relaciones sociales, este cajón puede intersecarse con un nuevo banco desayuno de las mismas líneas estéticas, caracterizado por un ligero soporte de metal, diseñado expresamente.
Perfectamente en línea con las tendencias más recientes, Motus presenta una profunda interconexión entre el ambiente cocina y la sala de estar, gracias a la introducción en la gama Scavolini de un nuevo programa de muebles para la zona de día, dotados de paneles laterales, ya sea de pared o pasantes.
El nuevo sistema se caracteriza por la amplia modularidad y la capacidad de adaptarse a distintas exigencias, aprovechando las varias posibilidades de apertura: abiertos o con puertas proyectantes o basculantes, o con cestos extraíbles. Los armarios tienen la misma profundidad que los elementos altos, de modo que pueden combinarse y adosarse. La libertad proyectual es muy amplia también a lo alto, con elementos que llegan hasta el techo.
Todos los elementos están disponibles tanto en versión lacada como en revestimiento melamínico, y se pueden combinar entre sí para maximizar la personalización del ambiente.
* Para más información: www.scavolini.es