23 abril, 2018
Miele presentó en Madrid las claves para un perfecto lavado y un óptimo cuidado de las prendas. Uso de programas cortos, sobredosificación de detergente y escaso uso de temperatura son los principales errores que los usuarios cometen en su colada.
23.04.2018 Miele presentó el pasado jueves 12 de marzo las claves de un correcto lavado de la ropa, en un evento muy práctico y especial que se celebró en el Miele Experience Center situado en Claudio Coello 17, que contó con la presencia de Juan Antonio Romero, experto en formación de producto de Miele; y de la compañía de improvisación teatral Impromadrid.
Al evento asistieron influencers del ámbito familiar, con el objetivo de conocer más a fondo tanto las claves para un correcto cuidado de la ropa como las soluciones a los errores de lavado más comunes. Un correcto lavado no solo influye en el cuidado de la ropa, sino que es determinante para un consumo energético eficiente y afecta de manera directa a la durabilidad de las máquinas, dijo Juan Antonio Romero.
Para darles la bienvenida e introducir la temática, Impromadrid sorprendió a los invitados con unos divertidos y originales sketchs de improvisación teatral en los que salieron a relucir algunos de los errores más comunes que cometemos a la hora de lavar la ropa; y que sirvió para captar la atención y despertar la curiosidad de los asistentes.
A continuación, Juan Antonio realizó un taller en el que expuso cuáles son los principales factores a tener en cuenta a la hora de conseguir los mejores resultados en el lavado de la ropa, para cuidarla, consumir menos energía y mantener la maquinaria en perfecto estado. Así, destacó que la eficiencia del lavado depende de cuatro factores principales: la temperatura, el tiempo de duración del lavado, el detergente y la mecánica de la máquina.
Decálogo de errores comunes
Miele, gracias a su amplio conocimiento sobre el tema y a sus años de experiencia, recopiló además durante el evento un decálogo de los errores más comunes en este ámbito de gran interés para los consumidores.
- Utilizar programas cortos para cuidar el medioambiente y ahorrar. Cuanto más corto es el programa, más energía consume, más coste económico supone y es mucho menos eficaz a la hora de realizar una correcta higiene de las prendas.
- Sobredosificar el detergente. Usar demasiado detergente no sólo no limpia más la ropa, sino que puede deteriorar la lavadora y consume más agua, al aclarar más. Miele recomienda seguir siempre las instrucciones marcadas por el fabricante del producto.
- Lavar con agua fría. Evidentemente el agua fría es muy neutral para la ropa, pero no consigue una correcta limpieza y genera la acumulación de gérmenes y bacterias en el tambor. Hay que perder el miedo a lavar con temperatura, respetando siempre las indicaciones de la etiqueta de la prenda.
- Emplear siempre el mismo programa. Aunque se suele pensar que hay demasiados, cada uno se adapta a las necesidades de cada tejido y todos son necesarios. Historicamente se usan entre 1 y 3, pero la innovación ofrece opciones más avanzadas.
- Separar colores y no tejidos. Aunque dos prendas sean del mismo color, no requieren el mismo tratamiento sin son, por ejemplo, de raso y algodón. Hay que separar colores, pero también tejidos.
- Cargar la máquina al máximo. Esto evita un correcto lavado, además produce muchas arrugas en la ropa y un deterioro de la máquina.
- No tomar precauciones previas. Siempre hay que cerrar cremalleras, poner del revés las prendas que así lo requieran y vaciar los bolsillos. De lo contrario, se producen deterioros tanto en la ropa como en las máquinas.
- No realizar un correcto mantenimiento de las máquinas. Para que realicen un correcto lavado y se mantengan durante más tiempo, hay que limpiar el filtro, usar limpiamáquinas y realizar cada dos semanas al menos un lavado a un mínimo de 60º.
- Usar el mismo detergente para todo y mucho suavizante. No hay que usar el mismo detergente para todo o la misma dosificación de distintos detergentes. Además, se tiende a usar mucho suavizante y después secadora, que anula sus efectos aromáticos.
- No seguir las instrucciones de las etiquetas de las prendas. Aunque suelen ser extensas, siempre es recomendable mirarlas antes de lavar una prenda, porque un mal lavado puede tener un efecto nocivo sobre ella.
*Para más información: www.miele.es