29 septiembre, 2020
Las reformas de cocina se han disparado tras el confinamiento. Después de tantos meses sin salir de casa, los usuarios son más conscientes que nunca de las carencias de su cocina y muchos se han propuesto ponerle solución reformando este espacio donde se han vivido tantos momentos. No obstante, a la hora de planificar una reforma de la cocina, son numerosos los detalles que hay que tener en cuenta. Por lo general, se tiene claro qué es lo que se desea cambiar y cómo se quiere que sea el resultado, pero en el camino normalmente surgen imprevistos que retrasan los plazos y obligan a aplicar cambios en la idea original, o incluso a rediseñar por completo el proyecto.
Por ello, expertos de la Asociación de Mobiliario de Cocina (AMC) han recopilado los seis errores más frecuentes que se comenten al realizar reformas. Así, los usuarios podrán evitarlos cuando planeen una remodelación en el hogar.
1 – No poner la reforma de la cocina en manos de un profesional
Para realizar una reforma es imprescindible contactar con un profesional que tenga los conocimientos adecuados para realizar un proyecto personalizado y adaptado a las necesidades individuales. El profesional asesorará en base al presupuesto y logrará que se optimice tiempo y costes, ya que se minimizan las equivocaciones.
Es fundamental confiar en él y asegurarse de que entiende a la perfección qué es lo que se desea. Será posible comunicarle las necesidades, y él hará preguntas enfocadas a conseguir la cocina más práctica y funcional, a la par que estética, posible.
Esas preguntas estarán relacionadas con los hábitos de vida y consumo, como los movimientos que el usuario realiza en las tareas en la cocina, para alcanzar la distribución y el espacio de almacenaje que se necesita y conseguir una cocina cómoda y adaptada a sus propietarios. También se incluyen temas como qué tipo de residuos se generan en el hogar y cómo se quiere gestionar su tratamiento. O el tipo de cocinero que se es. Es decir, si se cocina lo justo en casa o se necesitan las máximas prestaciones de electrodomésticos casi profesionales adaptados al ámbito doméstico. O si hay que poner muebles a diferentes alturas para mantener una buena ergonomía y así evitar dolores de espalda o musculares, por ejemplo.
2 – Olvidarse de los conductos a la hora de la reforma
Uno de los errores más comunes es no tener en cuenta la importancia de los conductos a la hora de configurar la cocina. La eficacia de la aspiración y reducción del ruido del aparato extractor depende principalmente del trayecto y longitud de salida al exterior.
Para una extracción eficiente, el sistema de conductos debe ser lo más corto y recto posible, a través de paredes lisas y con la menor cantidad de curvas posible. Expertos de AMC aseguran que lo ideal es que el conducto sea lo más ancho posible que permita la ley, siempre teniendo en cuenta las recomendaciones del fabricante de la campana.
3 – No tener en cuenta las necesidades técnicas de los electrodomésticos
A la hora de diseñar el proyecto de reforma, normalmente se tiene en cuenta la comodidad y la estética, sin contar con las necesidades técnicas de cada electrodoméstico. Se tiende a configurar la cocina basándose en las medidas del mobiliario y electrodomésticos, pero no la gente no suele percatarse de la importancia de las fichas técnicas. No conocer las características de los nuevos electrodomésticos que se van a instalar es un gravísimo problema, ya que muchos de ellos necesitan rejillas de ventilación, huecos de encastre, alturas mínimas de zócalos, ancho de muebles mínimos, instalaciones de agua o eléctricas y diámetros de salidas de humos.
Además, hoy en día, los electrodomésticos presentan sistemas innovadores que pueden conducir a error. Por ejemplo, muchos no añaden tomas de agua para hornos y frigoríficos, tomas de agua caliente también para lavavajillas, tomas eléctricas para trituradores, calientaplatos, envasador al vacío… Se trata de detalles esenciales que hay que definir antes de comenzar la obra.
4 – Barreras arquitectónicas: qué se debe tener en cuenta
Es frecuente que, si la persona que lleva a cabo la reforma no es profesional, olvide tomar ciertas medidas y se le escapen ciertos detalles relacionados con la estructura arquitectónica de la habitación. Lo más habitual es no tener en cuenta ciertos elementos, como alturas de ventanas, falsos techos, rodapiés, profundidades de tabique… Y son fundamentales para después hacer un buen diseño de la cocina.
5 – No tener en cuenta todos los detalles al abrir la cocina al salón
Derribar los tabiques que separan la cocina de otras estancias de la casa es una de las reformas más recurrentes para ampliar cocinas pequeñas, dar sensación de amplitud y ganar espacio. Sin embargo, se trata de una de las remodelaciones que más complicaciones conlleva. Esto se debe a que muchos no planean una zona de aguas en otra estancia de la casa y esto es necesario para esta obra, sobre todo si se pretende mover los electrodomésticos.
Otro error relacionado con las cocinas abiertas es no prevenir espacios por si se quieren poner puertas escamoteables, de cara a que en algún momento se quiera aislar la cocina del salón, por temas de independencia, ruidos, trabajo…
6 – Dejar el diseño para el final
A la hora de realizar una reforma hay dos perfiles imprescindibles: el profesional de cocinas y el reformista. Pueden ser una misma persona, pero en caso de no ser así y contar con dos profesionales diferentes, ambos deben estar en contacto continuamente.
Sin embargo, lo más habitual es que primero se haga la reforma y luego el diseño de la cocina. Esto conlleva muchos problemas para realizar el diseño más apropiado. Porque, o no se pueden realizar cambios a posteriori o, si se puede, son muy costosos en tiempo y forma.
Es imprescindible que estén bien engranados los elementos estructurales de la reforma con el diseño final. Si los elementos estructurales se plantean al inicio de la redacción del proyecto, el usuario conseguirá la cocina que necesita.
*Para más información: www.amcocina.com
29.09.2020