Muebles con dispositivos de aviso, versátiles para cumplir distintas funciones o que integren tecnología para disfrutar del ocio en casa, son algunas de las necesidades de los consumidores, identificadas en una investigación de Aidima.

El estudio realizado por el departamento de Análisis de Mercado y Estrategia de AIDIMA, identifica cinco áreas de usos y necesidades del consumidor en el quehacer diario de su hogar; áreas que permiten orientar el mueble con diseños y funcionalidades diferentes, y afianzar los valores que cada fabricante otorga al mobiliario como enseña de su identidad y filosofía de la empresa, explica el documento.
La calidad y mantenimiento del mueble aparece como la percepción más demandada, donde la tendencia apunta al desarrollo de productos inteligentes “que se cuiden a sí mismos”, por ejemplo mediante indicadores sobre su estado de conservación y del mantenimiento que requieren a lo largo de la vida de un mueble.
Del mismo modo, los usuarios valoran la seguridad en el hogar como una prioridad, percibida aquí como demanda social para la prevención de accidentes domésticos. La incorporación de serie de distintos sensores de alerta en los muebles para gas, agua, electricidad, y humo entre otras posibilidades, abren una línea de innovación para el fabricante orientada a que los consumidores disfruten de la vivienda con la máxima tranquilidad, subraya el informe.
Salud y bienestar es otra de las áreas demandadas por los usuarios participantes en esta investigación realizada a través de los laboratorios virtuales de AIDIMA. “Hoy en día, la gente necesita el hogar como espacio de relajación y recuperación de la energía personal y, por tanto, se valoran todas las funciones posibles que impliquen reducción del estrés y recuperación del equilibrio psicofísico”, destaca el informe.
De otro lado, surge la necesidad de soluciones que integren y potencien el ocio tecnológico en combinación con el mobiliario, que viene determinada por la revolución digital, indica el documento, “que fuerza una expansión de las nuevas tecnologías hacia todo tipo de productos”.
La preocupación medioambiental se identifica también como parcela de interés del usuario, pero siempre que no suponga un esfuerzo adicional en los hábitos o su economía. El usuario quiere tener la conciencia tranquila de que sus hábitos y decisiones de compra contribuyen al cuidado medioambiental, pero con el menor esfuerzo posible, y por ello “demanda soluciones que permitan preservar los recursos naturales como por ejemplo reutilizar el agua sanitaria para otros fines en el hogar”, apunta el estudio sobre hábitos de consumo.
El proyecto de investigación ha sido financiado por el Instituto de la Mediana y Pequeña Industria de la Generalitat Valenciana (IMPIVA), con la cofinanciación de la Unión Europea mediante el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), dentro del Programa Operativo FEDER de la Comunitat Valenciana 2007-2013.
* Para ampliar esta información, recomendamos consultar el reportaje dedicado a las nuevas tecnologías en la cocina que saldrá publicado próximamente en el número 90 de la revista COCINA INTEGRAL.
* Para más información: www.aidima.es